La violencia contra las mujeres continúa siendo uno de los principales problemas sociales en México. Según especialistas, el uso de herramientas tecnológicas podría representar una respuesta efectiva, siempre que se acompañe de políticas públicas, coordinación interinstitucional y perspectiva de género.
Laura Barrera, directora de Expo Seguridad México, señaló que en varias entidades del país ya se han implementado tecnologías como pulseras electrónicas de auxilio, botones de pánico, aplicaciones móviles con geolocalización e incluso redes vecinales coordinadas por autoridades locales.
“La seguridad de las mujeres sigue siendo un gran reto, no solo en México sino en todo el mundo. Si bien algunas capitales han avanzado en soluciones tecnológicas, muchas zonas del país aún son altamente vulnerables”, subrayó.
Avances tecnológicos y obstáculos estructurales
Barrera destacó que existen iniciativas con resultados visibles, como los más de 600 chats vecinales en Nezahualcóyotl, que han contribuido a reducir delitos relacionados con violencia de género, extorsión y soborno. En algunos casos, estos canales comunitarios se han convertido en el principal vínculo entre ciudadanía y autoridades.
Pese a estos ejemplos, la especialista subrayó que la implementación masiva de tecnologías enfrenta obstáculos importantes: desigualdad presupuestaria entre municipios, rezagos legislativos y una cultura que normaliza la violencia en determinadas regiones del país.
“En muchos lugares, persisten prácticas como el matrimonio forzado o el maltrato familiar aceptado como parte de la vida cotidiana. Mientras no se modifiquen estas estructuras sociales, los avances tecnológicos tendrán un alcance limitado”, indicó.
Participación institucional y enfoque de derechos
Desde la perspectiva de Barrera, es necesario que los tres niveles de gobierno colaboren en el desarrollo de políticas integrales que incluyan prevención, inteligencia, protección de datos y justicia especializada.
Señaló que algunas estrategias actuales, como la planteada por el secretario de Seguridad Omar García Harfuch, incluyen ejes clave como el fortalecimiento de capacidades municipales, el trabajo coordinado con fiscalías y la participación activa de la sociedad civil.
“La seguridad con enfoque de género debe abordarse desde un sistema integral que combine tecnología, normatividad, educación y cambios culturales”, afirmó.
Condiciones desiguales y participación de las mujeres en la industria
Al abordar las condiciones laborales dentro del sector de seguridad, Barrera explicó que la participación femenina en la industria de la seguridad en México es del 17 por ciento, por debajo del promedio regional, y que persisten brechas en posiciones de liderazgo, además del acoso laboral como una constante.
No obstante, destacó que el crecimiento de las mujeres en áreas como ciberseguridad e inteligencia representa una oportunidad para transformar el panorama, siempre que existan políticas internas claras, espacios de formación y medidas de protección.
“La industria está cambiando. Las mujeres están avanzando en áreas tecnológicas, aunque todavía enfrentan techos de cristal. El reto está en seguir abriendo espacios reales y seguros para su participación”, afirmó.
Hacia una seguridad más equitativa
Laura Barrera subrayó que alcanzar una seguridad más equitativa e inclusiva requiere avanzar en paralelo en legislación, cultura laboral, programas educativos y trabajo comunitario.
Afirmó que la protección de las mujeres no debe depender únicamente de dispositivos tecnológicos, sino de un entorno social que garantice sus derechos.
“El respeto debe empezar en los hogares, las escuelas y los espacios públicos. No basta con reaccionar ante la violencia, necesitamos prevenirla desde la raíz”, concluyó.
Fuente original: https://www.infobae.com/mexico/2025/06/25/mujeres-y-seguridad-como-la-tecnologia-esta-transformando-la-prevencion-de-la-violencia-de-genero-en-mexico/