Cinco datos clave sobre el femicidio

Cinco datos clave sobre el femicidio

Cada 10 minutos, una mujer murió a manos de su pareja o de un familiar en 2024.  

El homicidio por razones de género (también denominado “femicidio” o “feminicidio”) es la manifestación más brutal y extrema de la violencia contra las mujeres y las niñas.  

El último informe elaborado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) y ONU Mujeres, publicado el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer que dio inicio a los 16 Días de activismo contra la violencia de género, revela que los feminicidios no están disminuyendo. Si bien hay mayor conciencia y condena pública contra estos asesinatos, falta mucho por hacer para prevenir la violencia contra las mujeres, frenar su aumento, prestar servicios adecuados para las sobrevivientes y castigar a los perpetradores.

Femicidio: definición y causas

El femicidio (o “feminicidio”, tal como se lo denomina en algunos contextos) es un tipo de asesinato intencional con motivación por razones de género. Difiere del homicidio, ya que en este caso la motivación puede no tener relación con el género. 

El femicidio puede desencadenarse por discriminación hacia las mujeres y las niñas, por desequilibrios en las relaciones de poder, por estereotipos en los roles de género o bien por la existencia de normas sociales perjudiciales. Es la manifestación más extrema y brutal de violencia contra las mujeres y niñas, que ocurre en un continuo de formas múltiples y relacionadas de violencia, en los hogares, los lugares de trabajo, las escuelas o los espacios públicos, y que incluye desde la violencia de pareja hasta el acoso sexual y otras formas de violencia sexual, prácticas nocivas y trata de personas.

1. Las mujeres y las niñas tienen mayores probabilidades de morir a manos de quienes tienen vínculos más estrechos con ellas

En 2024, alrededor de 50 000 mujeres y niñas de todo el mundo murieron a manos de sus parejas u otros miembros de su familia (padres, madres, tíos, hermanos). Esto quiere decir que, en promedio, 137 mujeres o niñas mueren a manos de un miembro de su propia familia cada día. En 2024, las parejas íntimas y otros familiares fueron los responsables del 60% de los asesinatos de mujeres y niñas en todo el mundo.

En muchos casos, solo se consideran femicidios los asesinatos por razones de género cometidos por una pareja o familiar; sin embargo, sabemos que los asesinatos por razones de género se suceden en muchos contextos fuera del ámbito privado. Pueden estar relacionados con violaciones o violencia sexual cometidos por una persona desconocida por la víctima; asociados a prácticas nocivas como la mutilación genital femenina o los denominados asesinatos cometidos en nombre del honor; o ser el resultado de crímenes de odio por la orientación sexual o la identidad de género; o estar conectados con los conflictos armados, las pandillas, la trata de personas o el crimen organizado.  

Cada vez hay más evidencia de que la tecnología se utiliza para facilitar el acoso, un factor fuertemente vinculado al feminicidio. Un estudio muestra que tres de cada cuatro víctimas de feminicidio habían sido acosadas previamente por el perpetrador. Las herramientas digitales también se están utilizando para ejercer control coercitivo y vigilancia en el periodo previo a los asesinatos. En un número creciente de casos, las víctimas fueron asesinadas a causa de su presencia en línea, intencional o no.

Aunque la cifra de este año es inferior a la estimación de 51.100 víctimas registrada en 2023, este descenso no refleja una reducción real. Se debe, en gran medida, a diferencias en la disponibilidad de datos a nivel de país. Aun así, los datos muestran que el mundo sigue sin prevenir muertes que podrían evitarse mediante intervenciones tempranas, servicios policiales y de justicia con perspectiva de género, y acceso a apoyo y protección centrados en las sobrevivientes.

2. El femicidio es un problema universal

El femicidio es una crisis global que afecta a las mujeres y las niñas en todos los países y territorios. Según el nuevo informe, en 2024, África registró la cifra (absoluta y relativa) más alta de asesinatos de mujeres y niñas a manos de la pareja o de la familia: 22 600 femicidios (3 víctimas por cada 100 000 personas). Las Américas y Oceanía también registraron índices elevados de femicidios cometidos por la pareja o familia en 2024 (1,5 y 1,4 víctimas por cada 100 000 personas, respectivamente), mientras que las cifras fueron significativamente menores en Asia y Europa (0,7 y 0,5 víctimas por cada 100 000 personas, respectivamente). 

3. Es probable que la escala real del femicidio sea mucho mayor

Si bien las cifras que se presentan en el informe son altas a niveles alarmantes, estas son solo la punta del iceberg. Aún hay muchos femicidios sin registrar. En casi cuatro de cada diez asesinatos intencionales de mujeres y niñas, no hay información suficiente para identificarlos como asesinatos por razones de género debido a las diferencias procesales en la investigación y el registro de la justicia penal en cada país. 

Garantizar la disponibilidad de datos desagregados e integrales es clave para conocer y dar respuesta a la escala real del problema. A fin de colaborar en el avance pese a las limitaciones actuales en la recopilación de datos, UNODC y ONU Mujeres elaboraron, recientemente, el Marco Estadístico para Medir el Homicidio de Mujeres y Niñas por Razones de Género (también denominado “femicidio/feminicidio”), aprobado por la Comisión de Estadística de las Naciones Unidas en marzo de 2022. 

Cada cifra representa una mujer o niña cuya vida fue arrancada brutalmente a manos de la violencia machista, la misoginia y las normas sociales que toleran y perpetúan la violencia contra las mujeres y las niñas.

4. Las mujeres y niñas marginadas quedan expuestas a un riesgo mayor

Las mujeres visibles públicamente, como aquellas que participan en política, las defensoras de los derechos humanos y las periodistas, son a menudo objeto de actos deliberados de violencia, en línea y fuera de ella, e incluso pueden llegar a ser víctimas fatales de asesinatos intencionales. Una de cada cuatro mujeres periodistas a nivel mundial y una de cada tres mujeres parlamentarias encuestadas en Asia y el Pacífico informaron haber recibido amenazas de violencia física en línea, incluidas amenazas de muerte.

Hasta enero 2022, las mujeres defensoras ambientales fueron visibles en su resistencia en al menos un cuarto de todos los conflictos socioambientales de todo el mundo, y en 81 de esos conflictos fueron asesinadas. En 2023, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ACNUDH) alertó que las defensoras de los derechos humanos eran objeto de actos de violencia por partida doble, por su trabajo y su género, tanto en línea como fuera de ella. La ACNUDH documentó en 2022 al menos 34 asesinatos de defensoras de derechos humanos en países afectados por conflictos. 

Pese a las limitaciones en la información, la evidencia disponible de Canadá y Australia sugiere que los asesinatos por razones de género afectan desproporcionadamente a las mujeres indígenas. En 2021, la tasa de asesinatos de mujeres y niñas en Canadá estuvo situada en 4,3 cada 100 000 personas y resultó cinco veces mayor entre mujeres y niñas indígenas en comparación con el resto del grupo. 

La violencia contra las personas trans y de género diverso está en aumento; en ese contexto, los datos de investigación de 2023 del Monitoreo de Asesinatos Trans revelaron que el 94 % de las 321 personas trans y de género diverso asesinadas eran mujeres trans o personas trans femeninas. Esta cifra solo permite entrever la realidad y las tendencias, ya que estos datos surgen de casos informados, y no todas las víctimas trans son registradas como personas trans o de género diverso en sus certificados de defunción. 

Para prevenir los femicidios, es fundamental que las autoridades nacionales registren información integral acerca de las víctimas. Al identificar a las mujeres y las niñas con un riesgo más alto, los países pueden brindar mejor información a los mecanismos de prevención y protección.

5. El femicidio puede y debe prevenirse

Los asesinatos por razones de género y otras formas de violencia contra las mujeres y las niñas no son inevitables. A menudo, el femicidio/feminicidio es la culminación de repetidos episodios de violencia de género que escalan; es decir, pueden, y deben, prevenirse si se atienden eficazmente las primeras señales de violencia. Estos pueden y deben prevenirse con iniciativas de prevención primaria centradas en la transformación de normas sociales perjudiciales y en la participación plena de comunidades y sociedades para generar una cultura de cero tolerancia a la violencia contra las mujeres.  

El sector policial y judicial desempeña un papel fundamental al creerles y apoyar a las sobrevivientes de violencia de género, dar respuesta a las denuncia de violencia y castigar a los perpetradores para terminar con la impunidad.  En demasiadas oportunidades, las víctimas de femicidio habían denunciado la violencia con anterioridad; es decir, sus asesinatos podrían haberse evitado.  

Las revisiones en profundidad de los asesinatos por razones de género, que involucran incluso a las familias y comunidades, constituyen un enfoque prometedor para generar reformas y mejorar las respuestas institucionales. Al analizar los asesinatos, las revisiones buscan detectar falencias y prevenir futuros femicidios. 

En Sudáfrica, los descensos considerables y sostenidos en las tasas de femicidios estuvieron atados a la aplicación de sólidas leyes y políticas que tengan por objetivo prevenir la violencia de género, a estrictos controles en el uso de armas de fuego y al activismo de organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres y grupos de la comunidad. 

En Aotearoa (Nueva Zelanda), el Comité de Revisión de Muertes por Violencia Familiar analizó, entre 2009 y 2020, 320 muertes por violencia familiar; este análisis reveló que el 56 % de las víctimas habían sido mujeres y niñas. Los hallazgos destacaron problemas sistémicos, tales como registros de casos sesgados y una inadecuada capacidad de respuesta por parte de los organismos al asistir a personas maoríes, mujeres, niñas y personas con discapacidad. Para atender estos problemas, el comité recomendó adoptar métodos empleados por organizaciones maoríes de Kaupapa. Este enfoque, más respetuoso, se centra en el bienestar y en la formación de quienes prestan los servicios, de modo de crear sistemas con mayor capacidad de respuesta y de lograr intervenciones orientadas a las familias. Hace falta conducir una investigación más detallada para comprender mejor qué factores causan el aumento de las cifras de femicidios en ciertos contextos y cuáles otros permitieron su descenso para brindar mejor información en el diseño de estrategias de prevención.  

De algo tenemos certezas: las organizaciones por los derechos de las mujeres tienen un papel fundamental en la prevención de la violencia contra las mujeres y las niñas, en el impulso para el cambio de políticas, en la demanda de rendición de cuentas a los Gobiernos, y en el aporte de servicios clave centrados en sobrevivientes. Sin embargo, menos del 1 % de la ayuda total y el gasto para el desarrollo estuvo destinado a atender la violencia de género en 2022.  

Fortalecer la financiación de las organizaciones por los derechos de las mujeres resulta fundamental para reducir y prevenir los asesinatos por razones de género y todas las formas de la violencia de género contra las mujeres y las niñas.

#NoHayExcusa: Actúa para poner fin a la violencia contra las mujeres 

  • Termina con la impunidad exigiendo cuentas a los perpetradores y estableciendo la tolerancia cero hacia la violencia contra las mujeres y las niñas. 
  • Adopta, implementa y financia los Planes de acción nacionales para ponerle fin a la violencia contra las mujeres y las niñas.  
  • Invierte en prevención y en organizaciones por los derechos de las mujeres para garantizar los derechos y el acceso a servicios esenciales para las sobrevivientes. 

Fuente original: https://www.unwomen.org/es/articulos/articulo-explicativo/cinco-datos-clave-sobre-el-femicidio

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La Plataforma Regional Género y Metodologías es un espacio de comunicación e intercambio cuyo propósito es contribuir a fortalecer los procesos de cambio hacia relaciones de género justas y sostenibles en la región centroamericana. La Plataforma es administrada por el Centro de Estudios y Publicaciones Alforja-Costa Rica.

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