Autora: Dia García
Puede que seas una persona muy inteligente, capaz y lista para comerte el mundo. Seguramente habrás estudiado muchísimo para hacerte a ti mismo y hoy eres un hombre increíblemente estable o vas rumbo a serlo. Puede que todo aquel que se acerca a ti viene a pedirte consejo, puede que seas un hombre emprendedor, estudioso y trabajador o puede que apenas acabas de salir de la universidad y vas a comenzar tu vida profesional con la mayor de las ganas. Sea cual sea tu caso es importante que recuerdes que si no eres un buen ser humano nada de lo que hagas tendrá valor en tu vida.
Sé un buen ser humano antes de ser un buen trabajador
El mundo está lleno de personas talentosas, personas capaces de dar el 100% ante cualquier adversidad laboral. Existen millones de individuos creativos, imaginativos, inteligentes, que dominan toda clase de áreas y crean cosas tan fabulosas que son reconocidos ampliamente por ello. Así mismo existen personas que hoy día se están preparando para salir al mundo laborar y conquistar nuevas metas. Pero sin duda nada de esto tiene sentido si la vida de estas personas es vacía, materialista y egoísta.
Generalmente, cuando una persona entra al campo laboral se integra a un mundo competitivo, en donde muchas veces tiene que pisar a otros que están abajo para poder escalar posiciones y alcanzar nuevas metas. Quienes hacen esto solo piensan en ellos mismos, en sus propios intereses y se olvidan que estamos en un mundo donde si actuamos mal con otros, otros actuarán mal con nosotros.
Por eso es tan importante que entiendas que la humanidad es algo que no puede dejar de existir en nuestras vidas. Si eres fuerte, sabio, inteligente y tenaz es genial, pero estas habilidades que muy posiblemente te tomaron mucho tiempo cultivar las tienes para que ayudes aquellos que están por debajo de ti y no para beneficiarte de ellos para tu seguir avanzando.
Debes saber que en algún momento el mundo te puede colocar en manos de personas que un día vistes en el suelo y no ayudaste a poner de pie y es en ese momento donde tendrás miedo de que hagan contigo lo mismo que hiciste con ellos.
Y aunque esto nunca te pasara a ti, nada garantiza que jamás le ocurrirá a uno de los tuyos. Sin importar tu tipo de fe o aquello en lo que creas, este mundo y este universo siempre será más grande y poderoso que tú, y es tu humanidad la que te permitirá contar con un boleto completamente pagado a la plenitud. Así que es hora de que comiences a evaluar tu vida, trabaja en ti, analiza que has hecho mal, pide perdón, perdónate a ti mismo, da gracias por lo que tienes y lo que tienes compártelo no solo con aquellos que te rodean y que amas sino también con el resto del mundo.
Cultiva más tu humanidad y alcanzarás una dicha mucho mayor, una paz que no podrá ser remplazada con todo el dinero del mundo.
